Motivar al niño hacia la educación y la escuela
resaltando siempre los aspectos positivos. Debemos hablar con cariño en casa del colegio, contarle lo mucho que va
a aprender, los amigos que hará...
Hacer en casa a los niños lo más autónomos posible: enseñarles a pedir pis, ir al baño
solos, bajarse y subirse los pantalones, comer solos, ponerse algunas prendas
de vestir, lavarse las manos...
Recordarles y repetirles que si necesitan algo o
les pasa algo se lo digan a la profesora
y ella les ayudará.
Tranquilizar al niño explicándole cuando se le va a recoger y quién. Hacerlo sin retraso.
Intercambiar información puntual con la educadora
y realizar las consultas necesarias
de forma breve.
Si tiene hermanos pequeños, intentar controlar
los celos, haciéndole ver las ventajas de
ser mayor.