- A partir de los 18 meses de edad, el niño debe tomar la alimentación como el resto de la familia, no hecha puré, ya que masticando desarrolla la musculatura de la boca y por tanto mejora su lenguaje. Tampoco debe utilizar chupete ya que le deforma los dientes y el paladar.
- Hacia los 4 - 5 años debe hablar correctamente, aunque le serán difíciles las palabras que contengan r-rr-pr-br-pl-bl. Si a los 6 años continúan estas dificultades es el momento de consultar a un especialista.
- Si su hijo está frecuentemente distraído, repite constantemente ¿qué? Cuando habla en un tono excesivamente alto o bajo es aconsejable que no descartes un problema de audición (tapón de cerumen, hipoacusia...) para ello acudiremos a un especialista.
- Vigile la voz del niño. Ocurre a veces que el pequeño fuerza su propio registro vocal, bien al, reproducir sonidos o ruidos que sean muy agudos, muy graves o muy intensos (al imitar ruidos de animales, ruidos de motores, etc.) o incluso los de sus propios. Todo cambio durable (de una o dos semanas) de la voz del niño pequeño, debería de ser objeto de consulta por parte del otorrino.
- Evitar comparar al niño con otros. Dejar que se desarrolle a su ritmo, proporcionándole un ambiente verbal y articulatorio de calidad.
- Reducir los ruidos ambientales mientras se le hable, un fondo ruidoso dificulta la comprensión.
- Los niños aprenden mucho por imitación. Háblele a su hijo pronunciando claro y bien, mirándole a la cara, ya que los niños aprenden a hablar imitando a los padre. Debemos procurar que nuestros hijos tengan un buen "modelo" en nosotros mismos. No reforzar la expresión defectuosa que en un principio puede parecer.
- No se debe proteger demasiado, puesto que no dejamos que desarrolle su personalidad al completo. Por tanto, hay que darle autonomía para que se relacione con los demás y participe en distintas actividades.
- Manifestarle entusiasmo y alegría cada vez que ponga interés en la actividad que está realizando, aunque no siempre le salga bien.
- Se le debe escuchar atentamente y responder a sus preguntas, convirtiendo la comunicación en un placer.
- Se debe dedicar un tiempo breve, para no fatigar al niño, proporcionando actividades que sean motivadoras y variadas.
- NO debemos responder en lugar del niño. Será mejor que cuando le preguntemos lo hagamos de tal forma que este no pueda responder solo un ""si"" o un ""no"", se hará por ejemplo la pregunta: ¿quieres una pera o una manzana? En lugar de ¿quieres una pera?”
- NO hay que hablarle con un lenguaje infantilizado. El niño utiliza este lenguaje infantil porque se encuentra en este estadio del proceso de adquisición del lenguaje y si lo imitamos estaremos frenando su proceso evolutivo.
- Felicitar al niño cuando hable bien, corregirlo cuando cometa errores, pero no criticarlo, ridiculizarlo o compararlo con otros niños o hermanos.
- NO diga a su hijo, mientras habla, que se detenga y comience de nuevo.
- NO le imite cuando hable mal, aunque le parezca gracioso. Es mejor repetírselo
correctamente, pero sin reñir.
- Si tu hijo tiene dificultad para pronunciar correctamente las palabras o habla poco, no lo corrijas en todo momento, mejor utiliza juegos. Corrígelo sin necesidad de mostrarte claramente su error. Repite correctamente lo que ha dicho mal. Por ejemplo el niño dice - “mira el pero hace guau guau” ; nosotros le diremos: - “Sí el perro hace guau guau”. Si de pronto ellos dicen “Yatoncito rosado”, entonces tu puedes crear una canción la unión de sílabas “Ra” se vea acentuada. “Las ra-ra-ra mas del árbol…”
- Evita reírte de sus fallos, ya que puedes producir en tu niño cierto complejo e inseguridad a la hora de hablar.
- Las muestras de cariño, de amor, de afecto ayudan a un mejor desarrollo del lenguaje de su hijo.
ACTIVIDADES PARA ESTIMULAR EL LENGUAJE
- Para estimular su capacidad de escuchar y producir juegos fonéticos tienes que enseñarle rimas, adivinanzas y trabalenguas.
- Aprendan canciones: A través de la música el niño aprenderá a desarrollar su memoria y a manejar el ritmo y la entonación al hablar.
- Enséñale a construir frases cortas y simples, evitando utilizar palabras abstractas que dificulten su comprensión. Es adecuada la repetición de palabras creando una secuencia donde se mencione varias veces la palabra o tipo de frases que queremos trabajar , por ejemplo: “Pásame la pelota amarilla, pásame la pelota la pelota azul… “, “La pelota está en tu cuarto, la pelota es grande”.
- Propiciar distintas conversaciones para ayudarlo a mejorar su lenguaje. Recuerda que tienes que hablar mucho con tu hijo, de temas que tengan interés para él, para que así pueda expresar su opinión de manera espontánea, preguntándole por sus preferencias, amigos, actividades favoritas, como va vestido....Aprovechar cualquier ocasión (como las tareas de la casa, la observación de las prendas de vestir en el armario, los muebles de una habitación, o los colores) para proporcionar mensajes claros y breves.
- Fomentar el juego de palabras: Anímalo a que te diga palabras que empiecen con una letra específica o que recuerden las palabras que ambos van repitiendo de forma ordenada. Ej. papá, pato, palo, paloma…
- Estimular su expresión oral de una manera lúdica. Ej: jugar al veo-veo, esconder cosas y luego darle pistas para que las encuentre.
- Jugar a de la habana ha venido un barco cargadito de …juguetes, comida, animales…
- Imitar los sonidos de los animales o cosas.
- Jugar a adivinar sonidos: Esto le ayudará a centrar su atención y a desarrollar la discriminación auditiva.
- Amplia su vocabulario se le presentarán objetos y se le indicará su nombre. A la vez que se le explica para qué sirve, que color tiene, la forma, sus características.
- Hacerle observar todo lo que tiene a su alrededor.
- En cuanto al esquema corporal, se le debe de enseñar, las distintas partes del cuerpo y que lo generalice en los demás: enseñándole la parte izquierda y la derecha.
- Con apoyo visual de libros o fotografías, estimular una conversación a través del dibujo que aparezca, repasando los conceptos básicos: derecha-izquierda, arriba-abajo, dentro-fuera, muchos-pocos, lejos-cerca, utilidad de cada objeto...
- Contarle cuentos cortos y ellos puedan participar haciendo ruidos, bailes, gestos, etc., luego se le harán una serie de preguntas sencillas sobre el contenido.
- Ejercicios de chupar y soplar: Ejercita los movimientos y la coordinación de labios, lengua y paladar. Realice con su hijo juegos de soplo: hinchar globos, sorber con pajita, pitos, trompetas, soplar velas, imitar ruidos o sonidos producidos por animales...
A partir
de esta etapa tienes que ir despertando en tu hijo el interés por la lectura, proporcionarles cuentos que estén adecuados a su edad e
intereses. Tiene que verte leer y percibir que disfrutas de la lectura, así la lectura se
convertirá en un incentivo para tu niño.
